"Las nubes del Garda"

Por Nadia Ravizza


El Lago de Garda, en el norte de Italia, es el mayor lago de la Península Itálica. Su origen es glaciar y tiene una superficie de 370 km², con una longitud de 51,6 km y una anchura de 17,2 km.
Gracias a la orografía de la comarca y a la humedad de su cuenca no es raro avistar algo en su área fenómenos interesantes y, a veces, casi "mágicos".
Aunque los mejores momentos para observar el cielo son las primeras y las últimas horas del día, no sólo es a esas horas cuando se puede disfrutar de la singular meteorología del Lago de Garda y su entorno.
Todas las fotografías de este reportaje han sido tomadas desde la pequeña localidad de Manerba del Garda, situada al suroeste del lago.


Foto 1- "¡Buenos días!" Manerba del Garda, 6/01/2010
Foto tomada durante el amanecer del Día de Reyes.




Foto 2 – "Luna" Manerba del Garda, 23/11/2010
Nuestro satélite entre las nubes parece estar vigilando la salida del Sol.




Foto 3- "Matices" Manerba del Garda, 3/06/2010
Puesta del Sol en verano. La luz del Astro Rey nos ayuda a distinguir las distintas altitudes de las nubes.




Foto 4- "Bruma" Manerba del Garda, 1/03/2010
¿Nubes y humedad, o hechizo? Al fondo el macizo del Baldo.




Foto 5- "Platillo volador" Manerba del Garda, 23/11/2010
Las nubes lenticulares (Altocumulus lenticularis) que tantas veces han sido y siguen siendo confundidas con ovnis...
Esta nube apareció encima de las montañas del Baldo (que tienen más de 2.000 metros de altura), al Este del lago. En el cerro en primer plano hay La Rocca de Manerba un antiguo castillo (ruinas y una cruz).




Foto 6- "Algodonal" Manerba del Garda, 10/10/2010
Campanario de la iglesia de Santa Caterina




Foto 7-"Blancanieves y los siete enanitos" Manerba del Garda,11/11/2010
¡El Monte Pizzocolo se cree que es una máquina de vapor...!




Foto 8- "LLegada" Manerba del Garda, 2/11/2010
Las nubes rodean las cumbres de los montes en las proximidades del lago.

"Atardeceres malagueños"

Por Ismael Pérez Poyatos

Este reportaje consiste en una serie de tomas de atardeceres desde Málaga.
Al igual que justo antes del amanecer es el momento más oscuro de la noche, el atardecer nos brinda, al caer el sol, su lado más bello para recordarnos que, a la mañana siguiente, iluminará nuestras vidas.


Foto 1- “Estela de esperanza” Torre de Lagos, Lagos (Málaga), 27/07/2010
La luz se resiste a dejar paso a la noche.



Foto 2 – “Contraste” Málaga, 04/10/2010
Pugna de colores para hacerse un hueco en el firmamento.



Foto 3- “Río de luz” Málaga, 03/10/2010
La luz se abre paso entre las nubes como un río de vida



Foto 4- “Explosión” Málaga, 23/10/2010
La Naturaleza, verdadera paleta de colores.



Foto 5- “La ventana” Málaga, 13/10/2010
La vida siempre se abre paso entre la adversidad.



Foto 6- “Jirones” Málaga, 12/10/2010
El cielo, lienzo de Dios.

"Aquél viaje de 2010"

Por Antonio Carramiñana


Todo comenzó una mañana de enero, de esas frías en las que cuesta abrir la ventana.
Entre párpados aletargados se vislumbraba una masa nubosa, terca a avanzar, pero contundente con sus regalos, pintaba los campos en tonalidades blancas y la ciudad de Logroño se vestía con el mejor de sus mantos, los niños jugaban y cantaban con la carismática de nombre, nieve:



Aquella virtud, la mezcla de lo natural y la felicidad de lo humano, me hizo emprender viaje a aquella blanquecina nubosidad, surqué laderas y verdes sembrados de la época, pero mi objetivo se transformaba, no sé si con la intención de desaparecer, se volvió más tenue, a la vez que dichosa, pues presentaba glóbulos misteriosos:



Las ganas de saber de aquella, necesitaban de descanso, mi preocupación por no lograrlo se desvanecía pues a la vez de mi reposo, ella también tomaba lecho:



Con los momentos más cálidos del año, se tornó oscura, giratoria, amenazante, lo cual intrigaba mas el porqué de aquello, pero en mi ánimo, me detenía los pies, con abundantes brillantes hielos, y aguas bravas:



La incitación constante hizo de un valiente a cruzar ríos, elevarse a montañas, hasta acariciarla lentamente, entonces su morfología era agradecida, era una de las más bellas conocida:



A partir de aquel contacto, como cual enamorados, los estómagos vibraban al son de los calores ambientales, ahora ella venia y me visitaba contorneándose.



De allí pasamos a una bonita relación, ya no era persecución ni obsesión, tomaba tierra acercándose a mí, encuentros bañados de color y fragancias de paz:



A las puertas del invierno, con el frío acercándose, los rayos solares desvaneciéndose, con la sensación de que aquel calor romántico no muriera nunca, me marcó un lugar, dejando certeza de que aquella puerta nos uniría para siempre, aturdido, invadido de elocuencia, acudí en su búsqueda:



¡Lo conseguí!, logramos la chispa, nos dejaría unidos para siempre, allá donde miraba estaba presente, envolviéndome con sus pequeñas frescas gotitas, armonía y tranquilidad se respiraba, no veía salida pero tampoco importaba, atrás quedó tan larga andadura con todos sus impedimentos, me hizo entender la virtud del todo con el todo, la base del mundo que nos rodea.



A partir de aquella experiencia, se fue alejando, con el mismo paso terco inicial, estábamos ya unidos y no era capital cuan lejos nos encontráramos el uno del otro, susurrando mostró el camino, las piedras a pisar para vivir y disfrutar lo que el destino nos tenía preparados.



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Lugar y fecha de las fotografías:


Foto 1.- 9-1-2010 11:51h / Logroño (La Rioja).
Foto 2.- 28-3-2010 16:27h / Lodosa (Navarra).
Foto 3.- 29-5-2010 21:24h / Carcar (Navarra).
Foto 4.- 27-6-2010 20:42h / Torremontalbo (La Rioja).
Foto 5.- 6-11-7/2010 20:28h / Moreda (Álava).
Foto 6.- 20-7-2010 19:40h / Alberite (La Rioja).
Foto 7.- 6-11-2010 12:50h / Sojuela (La Rioja).
Foto 8.- 13-11-2010 10:31h / Andosilla (Navarra).
Foto 9.- 12-12-2010 11:04h / Andosilla (Navarra).
Foto 10.- 31-1-2010 11:48h / Valle del Jubera (La Rioja).

"Tiempo cambiante para una afición"

Por Aranaitz Fernández Elías

Solo tengo 15 años, pero el tiempo cambiante que caracteriza a Navarra, me ha empujado a interesarme y apasionarme por la Meteorología.
Precisamente eso es lo que quiero recoger en esta obra, el tiempo cambiante de Navarra: desde los calurosos veranos, hasta los más fríos inviernos, recorriendo los diferentes paisajes de esta comunidad.


Foto 1- “Cerrando el paso a la luz” Pamplona (Navarra), 14/07/2010.
El calor acumulado durante todo el día y las bajas temperaturas en altura, propiciaron la aparición de nubes de evolución diurna, como estos cumulus congestus que, con sus ganas de evolucionar a cumulonimbos, taparon el cielo de la capital navarra.



Foto 2 – “Una barra de pan en el cielo” Límite Navarra-Guipúzcoa, 11/08/2010.
Este es el espectáculo que nos suelen ofrecer los altocúmulos stratiformis al extenderse por una zona amplia.



Foto 3- “El que avisa no es traidor…” Pamplona, 11/09/2010.
Este parhelio, que apareció en el día que se menciona anteriormente, estaba avisando que al siguiente día la lluvia iba a hacer acto de presencia. Y es que este tipo de fenómenos ópticos están relacionados con la aparición de las nubes altas (cirros, cirrostratos…), es decir, las nubes que suelen preceder a cambios de tiempo.



Foto 4- “Viejos ovnis…” Pamplona, 23/08/2010.
El 27 de julio de 1907 en una localidad al sur de Oslo una persona tomó una fotografía (en blanco y negro) en la que se muestra un disco oscuro en el cielo. Esa fotografía sería publicada 60 años después en un periódico italiano. La foto, fue considerada la primera que captaba la imagen de un ovni… En cambio, ese “ovni” no era más que un altocúmulo de tipo lenticularis, parecido al de la fotografía que muestro.



Foto 5- “¡Qué de nubes!” Cemborain (Navarra),12/08/2010.
Cielo habitual en el norte de Navarra, muy nuboso.



Foto 6- “La visión de la nieve” Pamplona, 03/12/2010
La nieve, hizo acto de presencia en 1941, cuando Adolf Hitler decidió invadir Rusia. En este caso, Hitler no pudo con las inclemencias de la meteorología. La nieve también aparece en Navarra y, aunque sea más habitual en la zona de Pirineos, también aparece en Pamplona, como ha ocurrido éste año. En la imagen, las murallas de la capital navarra, que también habrán visto varios tipos de tiempo…



Foto 7- “Tiempo seco en contraste” Peralta (Navarra), 16/08/2010
La parte sur de Navarra se caracteriza por tener a lo largo del año escasas precipitaciones. Debido a eso, el paisaje es muy diferente a los anteriores.

"Winterland"

Por Marina Elisabeth Schmitz García

Las seis fotografías de esta serie han sido tomadas en Alemania, en un pueblo llamado Sonsbeck, situado aproximadamente a una hora de la ciudad de Düsseldorf. La fecha de realización es para todas la misma, el 26 de diciembre de 2010.
En la serie fotográfica he querido captar dos fenómenos meteorológicos: la nieve que lleva cayendo desde hace ya un par de días, y la especie de niebla que parece salir de la nieve cuando durante toda la mañana ha estado el sol.

Foto 1-



Foto 2 –



Foto 3-



Foto 4-



Foto 5-



Foto 6-

"Monstruos alicantinos"

Por Olga Rodríguez Hendley


Un día, una amiga me preguntó cómo podía satisfacerme vivir en Alicante, dado lo que me gusta la Meteorología. Le respondí que, aunque es cierto que vivimos en un lugar donde hay muy buen clima, puedo disfrutar de todas las inclemencias del tiempo: lluvia, viento, tormentas, temporales de mar, mangas marinas y nieve en las montañas vecinas.
En Alicante las lluvias son irregulares, de modo que cuando cae lo hace con ganas, en cantidad, y con sorpresas ópticas, como las tormentas de 2010 a las que corresponden las fotos de este reportaje.

Fotos 1, 2 y 3-
Empezamos con la del 3 de mayo. Ese día, sobre las 13.30 h., iba conduciendo y observando las nubes hacia el norte, un poco amenazantes, pero nada importante. Una vez pasados los edificios que me tapaban poniente, la cosa cambió, estaba frente a unas nubes de color azul verdoso impresionantes. Me quedé con la boca abierta. Al llegar a casa me percaté que se trataba de una tormenta de gran magnitud por lo que cogí la cámara y subí a la azotea. Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, un enorme Cumulonimbus Arcus. No puedo encontrar las suficientes palabras para describir esa enorme nube con sus tres colores destacables: blanco, azul y verde, como dicen, vale más una imagen que mil palabras. Pero si puedo describir mis emociones, supongo que serían las mismas que cualquier aficionado y amante de la Meteorología podría haber sentido en esos momentos.
Me sentía pequeña, pequeña ante semejante monstruo que se aproximaba poco a poco, con sus truenos, amenazando con esa boca gigante, engullendo todo el horizonte. Pero a la vez me sentía grande, grande por esa suerte de formar parte de su "alimento".
Un cosquilleo me recorría por todo el cuerpo, los pelos se me quedaron de punta, no podía apartar la mirada... ¡qué afortunada me sentía!
El viento comenzó a intensificarse, diez minutos fue lo que tardó en llegar el arco tenebroso, pero a mi me parecía que sólo había transcurrido uno.
Llegó la hora de salir corriendo, volvía a ser pequeña, ya estaba dentro de su boca y comenzaba a llover y a granizar, los fuertes vientos del monstruo intentaron impedir que cerrara la puerta detrás de mí. Al otro lado de la puerta aun podía escuchar su estruenda voz. Cayeron 15 l/m2 en 30 minutos.







Foto 4, 5, 6 y 7-
Sólo una semana después, el once de mayo, la suerte volvió a estar de mi lado. Sobre las 17.30 h. el cielo se estaba poniendo bastante amenazante. Otra vez pensé que no iba a llegar a ser tan espectacular. Esta vez estaba en casa y por unos momentos dudé en subir a la azotea, pues esa tarde había quedado. Así que tenía que decidir entre salir a la calle o esperar a ver si la cosa se ponía emocionante, pero mi instinto me decía que me quedara, así que a las 17.45 decidí subir a la azotea, lo que, sin duda, valió la pena.
El impresionante "bicho" no me dejó cerrar la boca de asombro, por más que miraba arriba, no encontraba el final del cumulonimbus, una estantería encima de otra y de otra. La parte de arriba adoptó las formas de las olas del mar con bordes blanquecinos que daban contraste a esta gran joya que el cielo me regaló. Una vez más, y tras unos rayos que cayeron demasiado cerca para mi gusto, llegó la hora de salir corriendo. La lluvia llegó enseguida y ya tuve que bajar a casa.
Otra vez se recogieron entre 11 y 17 l/m2 en muy poco tiempo.









Fotos 8, 9 y 10-
Terminamos este reportaje el diecinueve de agosto, que fue una extraordinaria mañana de tormentas, pues hasta tres, una detrás de otra, visitaron la ciudad. La primera vino con lluvia intensa pero no resultó muy fotogénica. La última fue normal. Pero la segunda, aunque pasó de largo sin dejar ni una sola gota fue la que nos enseñó su cara más bonita...