"El ponent la mou i el llevant la plou"

Por Samuel Biener Camachoa

"El poniente la mueve y el levante la llueve" es un refrán de la zona levantina, donde la mayoría de las situaciones de lluvias intensas son provocadas por las advecciones de levante, mientras que con la zonal la humedad baja, las temperaturas suben y, de producirse precipitaciones, suelen ser débiles.
2010 ha sido un año de extremos en el Sureste pues en poco tiempo pasamos de la monotonía y la estabilidad a estar de "caza" tras fuertes tormentas o yendo a ver la nieve en las montañas.
La primera mitad del año estuvo muy entretenida, con presencia de aire frío y levante, con nevadas importantes en el interior seguidas de fuertes tormentas primaverales.
La segunda mitad del año predominó, en cambio, el Anticiclón y los secos vientos de poniente, por lo que no fue tan entretenido.

Foto 1- "Cuando el viento gira a mestral" Alicante, 8-1-10
Una baja entró por el Golfo de Cádiz para acabar en Baleares. Como previamente había bastante aire frío acumulado la cota de nieve estuvo muy baja. Cuando la borrasca llegó a Baleares, impulsó vientos de mestral (NW) al Sur de la C.V. donde la noche anterior había estado precipitando. Con el aire frío y seco se despejó y mejoró la visibilidad, permitiendo la observación de la Sierra de Aitana vestida "de gala" y, sobre ella, las ondas de montaña.



Foto 2- "Frente de poniente" Alicante, 16-1-10.
Una semana después volvió la dorsal y el Anticiclón, con solo algunas lluvias en el NW debido a una baja sobre las Británicas. El foëhn hizo de las suyas y en el Este tuvimos nubes altas y medias y temperaturas más suaves, con atardeceres y amaneceres vistosos.



Foto 3- "Arcus y Whale's Mouth sobre el Valle del Vinalopó" Alicante, 16-6-10
Una semana antes del verano, algo de viento de levante y de aire frío en altura, junto con el calor diurno, provocaron el crecimiento de cumulonimbus en el interior, descargando fuertes granizadas, como la de esta foto, situada sobre la zona de Elda. En su parte delantera se apreciaba el arcus, y la estructura de “boca de ballena”, señal de acusada inestabilidad.



Foto 4- "Minisupercell en las llanuras albaceteñas" Almansa (Albacete), 6-6-10
La proximidad del Valle del Vinalopó a las llanuras de Almansa, en Albacete, permite la llegada hasta allí del levante y su aporte de humedad, lo que, con un poco de inestabilidad y calor favorece que se formen tormentas destacables en el llamado "corredor de Almansa". Aquí vemos una mini-supercélula de poca precipitación, en cuya base se observa un mesociclón.



Foto 5- "Mar y Montaña" Alicante, 18-9-10
Ya en septiembre, los restos de inestabilidad, vientos de levante y el sol apretando, tuvieron como consecuencia estos bonitos congestus desde la playa de San Juan. La montaña del fondo tiene una altitud de unos 1000 msnm.



Foto 6- "Vertical" Playa del Postiguet, Alicante, 11-10-10
La primera quincena de Octubre en el Mediterráneo se pueden den fuertes tormentas y trombas de agua. Este día una baja profunda se dirigía hacia Baleares, con un embolsamiento de aire frío y bombeando levante al Este. Como resultado, las nubes crecieron con fuerza en el litoral, dando lugar a tormentas de una cierta entidad. Esta imagen está tomada justo cuando empezaban a crecer las nubes.



Foto 7- "Estantería en los cielos alicantinos" Alicante, 11-5-10.
Por la mañana, vientos de poniente, cielo despejado, con 24ºC y la humedad por debajo del 35%. Pero una vaguada afectaba a la Península y por la tarde el viento roló a levante y la humedad subió al 80%. Empezaron a crecer las nubes y decidí subir al Castillo de Santa Bárbara, aunque jamás pensé encontrarme de frente con un monstruo así. Se podía ver la parte delantera de la línea de turbonada que afectaba al interior, con un arcus y un shelf cloud.



Foto 8- "Las puertas del Infierno" Alicante, 11-5-10.
La mole iba ganando en espectacularidad, tomando formas extrañas. Ya se apreciaba la cortina de precipitación, mientras varios turistas observan atónitos lo que se les echaba encima.



Foto 9- "La Mole" Alicante, 11-5-10.
Era el momento de irse, pues los rayos caían muy cerca, aunque la belleza de los cielos me retuvo unos minutos más. El arcus, con todo su esplendor, y la densa cortina pronto se "tragarían" la capital alicantina.