"Cuatro estaciones"

Por Juan Pérez de Heredia


Dicen que en Vitoria sólo hay dos estaciones: invierno y la del tren. Y el año pasado esto se cumplió a rajatabla. Invierno nivoso y duro, primavera en la que tampoco faltó la nieve tardía, verano casi inexistente, sin grandes calores, y en el que tuve que hacer grandes desplazamientos para ver situaciones tormentosas típicas de esta estación y, finalmente, un otoño con nuevas nevadas, tempraneras en esta ocasión.

INVIERNO

Foto 1- “Contrastes.” Opakua (Álava), 14 de febrero de 2010.
La blancura inmaculada de la nieve, el cielo amenazante y los majuelos tapizados por la cencellada conformaron este contrastado paisaje después de una de las numerosas entradas del NE con cierto recorrido marítimo de las que disfrutamos el invierno pasado.



Foto 2- “Huellas.” Opakua (Álava), 14 de febrero de 2010.
Las huellas de algún otro paseante solitario me sirven para adentrarme en un espectacular hayedo nevado. ¡Qué buena pareja hacen nuestro árbol boreal por antonomasia y la nieve¡



Foto 3- “Atardecer cambiante.” Opakua (Álava), 26 de diciembre de 2010.
Primera entrada fría importante del nuevo invierno, y acudo de nuevo a mi cita con Opakua. Los cirroestratos encendidos por el sol poniente anuncian el pronto cambio del tiempo y la llegada del viento del SW, que en poco tiempo se llevará la nieve a despecho de los -10ºC que hace en este momento.



Foto 4- “Cálido frío.” Opakua (Álava), 26 de diciembre de 2010.
En el borde norte de la meseta de Opakua la niebla helada ha cubierto los árboles de blanca cencellada. El frío que sugieren la nieve y el hielo se matiza con los cálidos tonos que el sol, ya muy bajo, presta a los cirros



PRIMAVERA

Foto 5- “Verde y blanco.” Opakua (Álava), 4 de mayo de 2010
A principios de Mayo una mininortada nos regala una ISO -3ºC a 850hpa, y la cota de nieve baja hasta unos inusuales para la época 800m. Algunas hayas ya han echado las hojas, cuyo verde contrasta con el blanco de la nieve, mientras otras parecen apretar sus yemas en un intento de protegerse del inesperado frío.



Foto 6- “Serenidad.” Marieta (Álava), 22 de mayo de 2010.
Los cirros realzan la puesta de sol sobre el embalse de Ullibarri, con el Gorbea al fondo, en uno de los no demasiado frecuentes días en que los estratos no entran desde el norte al caer el día.



VERANO

Foto 7- “Los tres hermanos” Leoz (Navarra), 1 de agosto de 2010.
Tras días de fuerte calor, una vaguada genera inestabilidad. Una vez más el viento norte y sus estratos cortan cualquier posibilidad de algo interesante en el País Vasco. No me resigno y me voy hacia Navarra, huyendo de los estratos que me persiguen hasta más allá de Pamplona. Avanzo hacia el Este, buscando unos topes nubosos lejanos sobre las montañas, y me encuentro con estos tres fantásticos cumulonimbus capillatus incus situados sobre las Altas Cinco Villas, ya en Zaragoza. Pero la carretera no sigue y no puedo seguir a estos tres hermanicos hacia el Este en su transformación en supercélula, cerca de Huesca.



Foto 8- “Lluvia de verano.” Durruma-Kanpezu (Álava), 21 de septiembre de 2010.
Otra pequeña vaguada genera la suficiente inestabilidad como para producir pequeños núcleos convectivos. Uno de ellos deja un chubasco muy localizado que cruzo hasta tres veces.



Foto 9- “Enmarcado.” Aranaratxe (Navarra), 21 de septiembre de 2010.
Persigo pequeños núcleos tormentosos por el oeste de Navarra, pero estos no van a más. Un plátano con síntomas evidentes de stress hídrico me permite enmarcar los últimos congestus de un verano parco en tormentas.



OTOÑO

Foto 10- “Colores.” Aramaiona (Álava), 26 de noviembre de 2010.
De nuevo la nieve acude tempranamente a su cita. La mágica morada de Mari en Anboto se viste de blanco y domina majestuosamente los todavía otoñales bosques del valle de Aramaiona.